Para este tipo de tratamientos es necesario que la mujer se someta a una estimulación ovárica controlada en la pretendemos conseguir el desarrollo de un cierto número de folículos. Además, durante los días que tiene lugar la estimulación ovárica llevamos a cabo distintos controles ecográficos, que nos permiten monitorizar el crecimiento de los folículos, y, llegado el momento, induciremos la ovulación.
Tras este momento realizamos una punción ovárica que nos permite recuperar los ovocitos que se han desarrollado. Esta técnica la realizamos bajo anestesia en el quirófano y, dado que su recuperación es rápida, no requiere de ingreso hospitalario. Es suficiente con unas horas de recuperación. A continuación se lleva a cabo en el laboratorio la fecundación y el control del desarrollo embrionario. Finalmente, llegamos al momento de la transferencia embrionaria, en el que dejamos los embriones seleccionados en el útero de la mujer.